Editorial del “El Diario de Chimbote”
“No hay crimen perfecto, el criminal siempre deja huella” decía un conocido criminalista español mientras realizaba una importante ponencia relacionada con la escena del crimen, el lugar en donde el investigador siempre encontrará la razón de ser de un delito, las causas y la dirección hacia donde se encuentran los presuntos autores.
Director: Javier Peláez Olórtegui
diariodechimbote.com Chimbote, Miércoles 14 de Abril del 2010
Hacemos esta mención a propósito del increíble robo que se ha registrado el pasado sábado 03 de este mes en la Sub Región Pacífico, de donde se llevaron únicamente seis computadoras y un televisor, además de una camioneta que fue abandonada a las pocas horas en una zona alejada de Chimbote.
Y, es que este robo ha generado la suspicacia no solo entre los medios de comunicación que son concientes de la magnitud de un hecho de estas características, sino de la propia Policía Nacional cuyos investigadores no han tenido reparos en calificar este robo como “muy sospechoso” dada las circunstancias en que se ha ejecutado.
Los oficiales han manifestado que resulta poco creíble que delincuentes hayan ingresado a una dependencia pública y, tras maniatar al único vigilante, hayan permanecido mas de cuatro horas en el interior para llevarse solamente las computadoras, especialmente los archivos informáticas que ellas contenían, entre las cuales se encuentra la maquina que utilizaba el Gerente Luis Arroyo Rojas.
Ocurre que la conducta de un delincuente no es la misma que observa alguien que está interesado en determinada información, por el contrario, el maleante que vive del delito se preocupa en llevarse la mayor cantidad de cosas de valor, se interesa por los artefactos, equipos y patrimonio que pudiera guardarse en determinado inmueble, en este caso en oficinas públicas.
Por ello es que se extrañan que los autores de este robo solo se preocuparan de tomar las computadoras a pesar que en el lugar existían muchas cosas de valor que pudieron haber sustraído, lo que representa un indicio que permite construir una primera hipótesis relacionada a un robo dirigido.
Esto es lo que se deduce por propia lógica: cuando un delincuente ingresa a una vivienda o una oficina, lo que hace es sustraer todo lo que resulte de valor, comienza a rebuscar y para ello deja todo desordenado, se desespera por que actúa contra el tiempo, justamente lo que no se aprecia en la escena del crimen en la Sub Región Pacífico.
En esta oportunidad los delincuentes se han tomado todo el tiempo del mundo, ingresaron a las 2.30 del “sábado de gloria”, aprovecharon la soledad del lugar por que solo dejan a un vigilante y se pasearon por todas sus instalaciones por espacio de cuatro horas, lo que quiere decir que pudieron rebuscar todo cuanto de valor existe en el lugar, incluso, debieron ser concientes que allí existe una caja chica y siempre se guarda dinero por muy insignificante que resulte esa suma.
Por ello es que la primera impresión que se ha llevado la Policía es que el robo resulta ser muy sospechoso, inicialmente se habló de un autorobo, es decir un latrocinio promovido por los mismos responsables con fines aparentemente de encubrimiento.
Ello deberá ser deslindado por las investigaciones, lo cierto es que la Sub Región Pacifico es el apéndice del Gobierno regional de Ancash en Chimbote, es una institución sumamente controvertida en la medida que en los últimos años ha sido fuente de permanente escándalo, se han registrado hechos de corrupción que han derivado a la Fiscalía y el Poder Judicial o que aun se encuentran sujetos a una pesquisa periodística o policial, lo cierto es que se trata de una entidad que siempre se encuentra en “el ojo de la tormenta” y si ello es así es por algo.
Ahora bien, los delincuentes se han preocupado en llevarse únicamente computadoras con sus respectivos discos duros, es decir, se han sustraído muchos archivos informáticos, información valiosa que puede servir para realizar pesquisas a muchos de los hechos que se han denunciado en contra de sus funcionarios y que, como consecuencia de este suspicaz latrocinio, ahora se tendrá la oportunidad de alegar que no existe la documentación que se pueda solicitar.
Es por ello que, muy suelto de huesos, el Gerente de esta entidad, Luis Arroyo Rojas, se ha presentado ante los medios de comunicación en plan de víctima, saca sus propias y curiosas conclusiones en el sentido que los autores de este robo podrían ser los enemigos políticos del gobierno regional por que supuestamente en las computadoras se hallaban las bases de muchas licitaciones de obras públicas, lo que viene a perturbar el proceso de selección que tenían proyectado.
Sin embargo, un proceso de licitación se puede reconstruir rápidamente con los formatos que obran en poder de la institución y los expedientes de las obras que se encuentran impresos, eso no debería ser preocupación del Gerente, por el contrario, existe otra valiosa información que debe haberse perdido en este latrocinio.
Por ello es que la Policía ha puesto especial énfasis en este caso, viene recopilando información a partir de la manifestación del único testigo que ha sido el vigilante de turno quien tendrá mucho que explicar sin ingresar en contradicciones.
De la misma manera, se viene averiguando en los alrededores de las personas que pudieron ver los movimientos de los delincuentes, inclusive, los vecinos de la segunda etapa de la Urbanización Buenos Aires cuyas viviendas colindan con el garage de la Sub Región por donde retiraron la camioneta con las especies robadas.
Como dice el médico forense español Jorge Gonzáles, el criminal siempre deja una huella por ello en la modernidad son muy pocos los casos que quedan sin resolver. Esperemos que esa misma confianza exista entre los investigadores del robo en la Sub Región Pacífico, que se indague a fondo y se conozca quienes promovieron este robo en el que la sospecha abunda.
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