"//pagead2.googlesyndication.com/pagead/js/adsbygoogle.js">

BUSCADOR TEMATICO o AVISOS CLASIFICADOS

Búsqueda personalizada

viernes, 18 de diciembre de 2009

Felicidades HOyC y Así Mismo A Su Creador Carlos Ramírez Cuentas.

El hombre y el escenario

Aquél ahíto, el otro fecundo en sugestiones. Carlitos Ramírez Cuentas y Huaraz El hombre en plena cogitación y emoción y el escenario en plena ebullición y vibración.


De Conococha al Cañón del pato dos franjas de paisajes se extienden a ambos lados del río Santa y culminan de un lado en la línea Nevada de la Cordillera Blanca y del otro en las cumbres de la Negra, delineando un espléndido escenario, rico en estampas melódicas y multicolores y fuente de emociones extraordinarias.

La Cordillera Blanca con su límite irreal y la Cordillera Negra con su cresta decorada por la patina de los siglos logran horizontes magníficos, prístina la una y con una diafanidad exacerbante e infinita, y la otra cargada de relieve y misterio. Así se llega a Huaraz, tierra de nuestro agasajado

La sociedad actual sigue plena de antagonismos, esta vez sembrados por una de las más corruptas dictaduras regionales que hemos tenido. Para vergüenza nuestra, de parte de un coterráneo.

Las instituciones formales del Estado, del sistema social y del corpus político están trabadas y aparentemente impedidas de asimilar la renovación de fuerzas independientes. El fantasma de la violencia y la prepotencia tiene que ser exorcizado constantemente. Sobre esta instancia escribo.

Sin embargo, existen otros elementos de continuidad no negativos y que no se deben descartar de plano como conflicto cultural entre el ayer y el hoy. Quedo intrigado por la temprana visión y posición antirregionalista “desordenada, caótica y corrupta” de Carlos Ramírez Cuentas, director de la Revista HoyC; en una primera acepción pienso que es por su posición antiimperialista y bolivariana; nos queda pendiente a sus amigos peruanos una discusión sobre integración, regionalismo, e identificar qué aristas del poder político del Estado retardan esta ineludible transición. Y qué ruta puede abrir el pensamiento independiente. Es dentro de este mensaje de continuidad que la vida de Carlos Ramírez Cuentas nos habla a través de curiosos vericuetos ideológicos, culturales, sociales: nos hace analizar por qué y cómo llega de pronto a leerse esta Revista casi en todo el mundo Carlos Ramírez Cuentas, un hombre tecnócrata, nada radical políticamente, a tratar de «HOyC», otra especial característica de el que la sociedad del siglo XXI toma en cuenta para su participación en el desarrollo.

Sería toda su vida, Carlos Ramírez Cuentas, que escribe sentido y cargado de la furia de la denuncia como es usual en los disidentes con su tiempo. Su vida cubrió muchas décadas que las vivió intensamente habiendo conocido en carne propia no sólo las restricciones del paternalismo y militarismo, la vindicta social por haberse salido de las pautas tradicionales en su vida personal.

Conoce lo que Gramsci describe como la violencia de «... no poder escribir [es lo que] me llena de furia. Me siento dos veces prisionero. Yo soy el que acaba preso! Yo sé lo que es la cárcel...llevo las marcas en mi piel.» Esta experiencia de prisionero es decisiva en el desarrollo de su persona política, porque sin duda vive lo que Angela Davis menciona en el prefacio de su autobiografía, cuando, estando presa, se sintió: «...como si existiera una persona real, separada y aparte de la persona política.» Es la desarticulación que significa la prisión. Y por mis conversaciones con Carlos, se que el guardaba las mismas cicatrices humanas y de hombre ante lo inhumano del encierro voluntario que puso en juego la supervivencia de su identidad intelectual y física. El mismo desmembramiento que vivirá todo desterrado y excluido por interferir con los intereses del poder político, del Estado.

Y podría añadir que gracias a la no rehuída dinámica que capta la audaz vida de Carlos Ramírez Cuentas, las circunstancias políticas y sociales maduraron haciendo posible que se acendrara la potencialidad de definir su REVISTA, al poder enrumbar la temática de las discusiones sobre el rol de la mujer y del hombre en los movimientos de liberación y ofrecer irrefutablemente, no sólo a sus contemporáneos, las conclusiones y consecuencias de su crítica y testimonio sobre la realidad de la política a causa de las ideas. “Yo no estoy aquí ni HOyC para venderse, recibir o exigir por un plato de lentejas por más chicharrones lo tiente, mi libre advendrío”. En otros libros y ensayos futuros que le deben las nuevas generaciones, tal vez se encuentre un debido análisis de la importancia de su intersección con los cambios de las ideologías y su significado empírico respecto a las estructuras sociales, centrando en ellas el pensamiento y acción de Carlos Ramírez Cuentas respecto a Huaraz y al Perú. Yo no lo intentaré aquí.

Este rebelde heredero de Radio Diamante de Huaraz descubre temprano que, dentro del autoritarismo, nuestra condición de gentes dependientes era intolerable y que las reglas morales especialmente eran aplicadas por la clase dominante a los pobres y a las mujeres, y que rara vez el Estado busca cambios fundamentales. Observación que se encuentra respecto a las ideologías de turno, en los escritos de la defensora de los derechos indígenas. Era natural que este reconocimiento hiciera ineludible incluir en su agenda el logro de los derechos civiles . Una cabal identidad ciudadana que condujera a la liberación de la autoridad opresiva del poder de turno, ese camino puede desembocar en la democracia pero es previamente revolucionario.

La dinámica en la que se ven envueltas esta Revista en su aniversario y las otras gentes intelectuales y políticas de la generación de Atusparia se caracteriza por su lenguaje militante, mensaje desafiante que convoca a su praxis, directa. El derecho a vivir, la colección de artículos de HoyC, encierra en el título estas características. El destino del sector laboral, el de las minorías raciales y el de la mujer y el hombre adquieren contemporaneidad no sólo nacional, haciéndose el compromiso histórico de cambiar y definir su condición por medio de la lucha en sus varios niveles.

El compromiso político partidario de Carlos Ramírez Cuentas resulta pues ineludible etapa que la provee de la racionalización necesaria sobre la proyección de su impulso en el nacimiento del movimiento intelectual en el país

Pues desde esta tribuna, agradezco a Carlos y su Revista HOyC por su idoneidad personal y pulcritud, que facilita a nosotros los escritores etapas límpidas de acuarelas y estampas del Ande ancashino para vislumbrar las ideas y logros de un Perú mejor.

Muchas gracias Carlos. Felicidades en esta efeméride.

Julio Olivera Oré