PLAÑIDERA
Anteayer Martes, cuando se suponía que había viajado a Lima con la finalidad de reunirse con el Presidente del Consejo de Ministros, el presidente regional César Álvarez Aguilar aprovechó para salir a través de las ondas de una conocida emisora de cobertura nacional, y, referirse una vez mas, al tema de la tragedia en el reparto de panetones que llevó a cabo el Movimiento “Cuenta Conmigo”.
Director: Javier Peláez Olórteguidiariodechimbote.com Chimbote, Jueves 31 de Diciembre del 2009
A pesar que en Chimbote había dicho que no volvería a referirse a este caso, fue el mismo quien removió los conchos y lanzó su conocida estrategia de defensa por la cual alega no tener responsabilidad alguna y que los hechos trágicos se sucedieron luego de la incursión de desconocidos que causaron alborotos entre la gente que había acudido a recoger sus panetones. ¿Quiénes son esos extraños? “Es gente que quiere postular a la Presidencia de la Región y que solo busca que hacerme daño?” respondió ante el entrevistador. Vaya, vaya. Ya cambiaron de discurso, primero dijeron que fue la gente de construcción civil de la facción de Ezequiel Nolasco, luego señalaron que eran opositores que querían desprestigiar a César Álvarez y ahora salen que se trata de potenciales candidatos. Lo cierto es que César Álvarez no puede señalar un solo nombre, no puede acusar a nadie por que es conciente que el único responsable es él y la gente de su entorno que se embarcó en una empresa absolutamente informal y temeraria. Sabían que valiéndose de la necesidad de la gente convocarían a cientos y miles de personas, empero, a pesar de ello no tomaron una sola precaución, no solicitaron autorización, no pidieron garantías, no comunicaron a las entidades competentes como los Bomberos, defensa civil, los hospitales, etc. ¿Entonces? ¿de quien es la culpa? ¿cómo es posible que César Álvarez quiera culpar a otros de la negligencia y temeridad de su propia gente? Que responda cual es la naturaleza de los recursos que financian esta clase de campañas proselitistas. Que responda si no le da vergüenza estar repartiendo un panetón con su fotografía con la finalidad de cosechar un aplauso. Que ya se deje de cursilerías y, por una sola vez, asuma su responsabilidad como hombre frente a la desgracia que promovió por su ambición de figuración.
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