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viernes, 4 de junio de 2010

Evidente Complicidad

Editorial del “Diario de Chimbote”
Justamente, el nuevo Secretario General del Sindicato de Trabajadores de la Sub Región pacífico, Juan Carlos Paredes Luna, ha denunciado públicamente que las “licitaciones a puerta cerrada” se mantienen, se posterga a los trabajadores estables y solo se trabaja con personal de confianza y fuera de los horarios de oficina.
Director: Javier Peláez Olórtegui
diariodechimbote.com  Chimbote, Vièrnes 4 de Junio del 2010
Que la gestión de la actual administración regional ha sido una de las mas corrompidas que recuerde la historia de la Región Ancash es una verdad de perogrullo y resulta realmente ocioso tener que justificarlo si se tiene en cuenta la enorme estela de denuncias públicas y penales que se han formulado contra sus funcionarios, muchas de las cuales ya se encuentran sustanciándose en el Poder Judicial.
Desde que el presidente regional César Álvarez Aguilar asumiera las riendas de la Región y colocara a su gente de confianza en las entidades regionales, especialmente en la Sub Región Pacífico, las denuncias sobre los manejos turbios y el contubernio de funcionarios con proveedores no ha  dejado de revelarse casi a diario, desde las épocas del inefable Jorge Morocho Mariñas hasta ahora que está al frente de esta dependencia Luis Arroyo Rojas.
Para nadie ha sido un secreto que en la Sub Región Pacífico se implementó la política voraz de los “diezmos” que no son otra cosa que coimas que se exigen a las empresas proveedoras con la finalidad de garantizar la adjudicación de la buena pro de una compra o servicio mucho antes que se lleve a cabo el proceso de selección.
Esta burda mecánica ha llegado a extremos insospechables, se ha establecido a partir de procesos amañados, en los cuales se procedía a direccionar las bases con la finalidad de favorecer a determinadas empresas y en caso ello no se alcanzaba a realizar, lo que hacían era violar sus propias reglas de juego pero se adjudicaron las  compras y servicios a los que atendían generosamente las exigencias de los funcionarios.
Lamentablemente, esta vieja e inmoral practica no se detiene a pesar de las denuncias de los medios de comunicación, a pesar de las denuncias penales que han sido lentamente acogidas por el Ministerio Público y pese a los juicios que se han aperturado en diversos juzgados penales del Poder Judicial.
Justamente, el nuevo Secretario General del Sindicato de Trabajadores de la Sub Región pacífico, Juan Carlos Paredes Luna, ha denunciado públicamente que las “licitaciones a puerta cerrada” se mantienen, se posterga a los trabajadores estables y solo se trabaja con personal de confianza y fuera de los horarios de oficina.
La valiente afirmación del dirigente sindical pone nuevamente en el tapete los malos manejos que se generan en la Sub Región Pacífico, descubre los tradicionales “amarres” que suelen convenirse con empresas que se prestan al juego de la corrupción y que dice mucho de la manera como se derrochan los recursos del erario regional.
Y, es que para nadie es un secreto que las empresas que se prestan a esta clase de manejos oscuros solo buscan que lucrarse, trasladan el pago de la coima a la valorización de la obra y si ello no es suficiente sencillamente ejecutan una obra de menor calidad por que ello solo se descubrirá con el paso de los años, cuando ya no solo no se encuentren los funcionarios en los cargos sino cuando se hayan perdido esperanzas de denunciar a los responsables.
Esta es la consecuencia directa de los famosos “diezmos”, una vieja practica que se implementó con carácter obligatorio en la administración regional y en donde existió la posibilidad de poder demostrar el sistema de corrupción que se había puesto en boga a nivel del oficialismo regional.
Esto quedó al descubierto hace unos dos años atrás, cuando el regidor Segundo Iglesias recibió de manos de gente vinculada al movimiento “cuenta conmigo”, pero que estaba asqueada de la manera como se agenciaban de dinero sucio, las copias de lo que representaba un cuaderno de registro de diezmos, una suerte de anotaciones de todas aquellas personas que se “apuntaban” en las obras que serian materia de un proceso de selección en la sub región pacífico.
En este cuaderno aparecían nombres de personas naturales y jurídicas consignando los montos de dinero que estaban adelantando, es decir, se trataba del registro de las recaudaciones e inmediatamente se anotaban el destino de parte de ese dinero, aparentemente autorizado por el titular de la región, pues se registraban cifras importantes en manejo político, como alquiler de omnibuses, pago de viáticos de la portátil, entre muchos otros gastos que forman parte de la comitiva oficialista.
Se trataba indudablemente de una prueba contundente que debería haber sido materia de una investigación exhaustiva por parte del Ministerio Público, por lo menos el Sindicato de Trabajadores realizó en su debido momento un cruce de información a grandes rasgos y coincidían los montos de los diezmos con las cifras de las obras licitadas, es decir, hubo manera de poder acreditar que los datos correspondían al manejo sucio de las coimas que se venían cobrando en la Sub Región Pacífico, empero, estos documentos no fueron trabajados por la autoridad competente y sencillamente se perdió una buena oportunidad de poder acreditar de manera contundente e irrefutable el alto grado de corrupción que se entronizó en la dependencia regional.
Hay que destacar la decisión del nuevo dirigente sindical de los trabajadores de la Sub Región Pacífico al dar cuenta de esa suerte de “status quo inmoral y corrupto” que se mantiene en esta dependencia regional,  es evidente que ellos son los mas indicados para conocer lo que está sucediendo al interior de esta dependencia.
Debemos recordar que la anterior Junta Directiva se mantuvo en un preocupante silencio a lo largo de los dos últimos años, solo aparecieron en las primeras semanas de la gestión de Luis Arroyo Rojas, demandaron reuniones para exigir la participación del gremio de trabajadores en la labor de fiscalización, empero, luego de esas tratativas jamás se les volvió a escuchar, como dejando espacio para pensar que hubo un arreglo bajo la mesa.
Confiamos que en esta oportunidad el Sindicato de Trabajadores rescatará la dignidad y el compromiso del trabajador de esta dependencia pública, de aquellos que son servidores de carrera y no se someten a los manejos turbios de los gobernantes de turno. Que la desidia, indiferencia  y evidente complicidad del Ministerio Publico no limite al gremio sindical en su lucha contra la corrupción.

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