Editorial del “Diario de Chimbote”
El nuevo presidente regional debe cautelar los recursos de Ancash, debe advertir esa señal de ambición que dejaron quienes lo precedieron en el cargo, por lo tanto, debe comenzar a ejecutar nuevos planes de trabajo, nuevos proyectos, incorporar a nuevos cuadros y enmendar los rumbos que resulten necesarios. La verdad es que todos esperamos ello.
Director: Javier Peláez Olórtegui
Diariodechimbote.com Chimbote, Miércoles 9 de Junio del 2010
Sánchez Milla asume de esta manera las riendas de la Región por efecto de la ley, por que el titular en el cargo, César Álvarez Aguilar, se ha visto obligado a solicitar licencia sin goce de haber hasta que concluyan las próximas elecciones regionales, pues tiene pretensiones de reelegirse en el cargo.
Lo cierto es que en una ceremonia repentina y sorpresiva, el ex presidente regional le impuso la banda presidencial a Sánchez Milla, concretando de esta manera una transferencia que, aparentemente, trató de evitarse por todos los medios, tan es así que un hecho tan trascendente para la Región , como es la transferencia de cargos en el titular del pliego, se haya llevado al auditorio de una Posta de Salud del alejado distrito de Coishco.
Y, es que el saliente presidente regional César Álvarez Aguilar mantuvo hasta el último instante la esperanza que le permita mantenerse al frente de la administración regional por mucho mas tiempo, por ello es que fomentó junto a otros titulares de regiones el debate de un proyecto que pretende modificar la ley electoral para que reduzca el plazo de la licencia a solo 45 días.
Inclusive, es preciso recordar que la Comisión de Constitución del Congreso de la República llegó a debatir este proyecto y lo aprobó con una modificación, reduciendo el plazo de la licencia pero solo a 90 días, lo que finalmente significaba la presencia de los candidatos a la reelección en regiones por un mes mas.
Finalmente, el pleno no llegó a debatir el proyecto de la Comisión y la modificación ha quedado en el limbo, no se ha sancionado de tal suerte que aquellos que pretenden entornillarse en los cargos debieron solicitar su licencia y cumplir con la ley, debieron apartarse de sus actuales funciones, aun cuando muchos aun abriguen la esperanza que la modificatoria aun los alcance y por ello es que prefirieron realizar el cambio de mando en medio de una ceremonia sencilla y casi anónima.
No cabe duda que se ha mantenido la ambición de seguir al mando de los recursos de la regiones, y fue precisamente el saliente presidente regional de Ancash, César Álvarez Aguilar, uno de los que protestó públicamente cuando se dictó la ley electoral y fijaba las reglas para aquellos que pretendían mantenerse en el cargos a través de la reelección.
El entonces titular de Ancash apeló a la descabellada tesis de la desestabilización de las Regiones como consecuencia de la obligada licencia que deberían solicitar los presidentes regionales por espacio de 120 días antes de los comicios, señalando que de producirse ello se darían una serie de situaciones que afectaría la marcha de las regiones.
Se refirió por ejemplo a los cambios de funcionarios en las diversas reparticiones regionales o las modificaciones de firmas registradas en notarias, entidades financieras u otras entidades que son de uso común en la administración regional, lo que planteaba la necesidad de mantenerse en los cargos a pesar de la postulación al mismo.
Es evidente que la propuesta no tuvo mayor eco, aun cuando se consiguió convencer a un grupo de trabajo en el congreso de la república para debatir la reducción de los plazos, empero, es evidente que una democracia lo que reclama es la mayor posibilidad de transparencia y manejo honesto de los recursos.
Si los presidente regionales que buscan la reelección se mantenían en su cargo es evidente que harían mal uso de los dineros para derivarlos a su campaña política y electoral, y, una muestra de ello la vivimos y experimentamos en Ancash en donde el saliente presidente regional ha dado muestras de contar con una maquinaria propagandística impresionante que se sustenta, justamente, en la aplicación de los dineros de la Región.
Basta observar las paredes de las principales calles de las ciudades de la Región para darse cuenta de ello, además no podemos olvidar que Álvarez Aguilar deja el cargo con un proceso penal en trámite relacionado con una denuncia por presuntos malos manejos en la elaboración de empaques y panetones con su fotografía que iban a ser regalados en la ultima campaña navideña.
Álvarez y sus seguidores no pudieron probar ante las autoridades que el dinero utilizado para esa campaña proviene de recaudaciones de su movimiento político, por ello deben responder ante la justicia, como tendrán que hacerlo ahora que existe una pesquisa en relación a los alimentos adquiridos para la campaña del friaje y que se teme fueron almacenados para ser utilizados como instrumento de campaña, investigación que se encuentra pendiente y que ha dado lugar a una serie de intervenciones de la Policía y el Ministerio Público.
No hay que ser un avisado para advertir que el saliente presidente regional César Álvarez ha hecho hasta lo imposible por mantenerse al frente de las riendas de la Región , ha esperado hasta la hora undécima y hasta se mostró cauto para entregarle la banda a su sucesor sin mayores aspavientos, empero, su suerte ya esta echada.
Ahora el nuevo presidente regional es José Luis Sánchez Milla, un elemento que ha mantenido un perfil bajo a lo largo de los últimos tres años y que, si bien es cierto forma parte del entorno de su antecesor, debe comprender que tiene una sagrada misión en adelante y un deber con los ancashinos.
El nuevo presidente regional debe cautelar los recursos de Ancash, debe advertir esa señal de ambición que dejaron quienes lo precedieron en el cargo, por lo tanto, debe comenzar a ejecutar nuevos planes de trabajo, nuevos proyectos, incorporar a nuevos cuadros y enmendar los rumbos que resulten necesarios. La verdad es que todos esperamos ello.
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