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viernes, 16 de abril de 2010

Justificada Petición

Editorial del “El Diario de Chimbote”
El Presidente Regional César Álvarez Aguilar ha descalificado al Procurador Anticorrupción Percy Taype Pérez y ha señalado que su condición de empleado designado a dedo por el Gobierno aprista lo convierte en su enemigo y por ello se dedica a perseguirlo con denuncias infundadas y pedidos desproporcionados.
Director: Javier Peláez Olórtegui
diariodechimbote.com Chimbote, Viérnes 16 de Abril del 2010
La estrafalaria reacción del titular de la Región, aun cuando ya no es ajena y extraña a los ancashinos, obedece en esta oportunidad a la petición que ha formulado el procurador anticorrupción ante el Juez del Tercer Juzgado Penal para que se dicte orden de detención al presidente regional en el proceso penal que se le ha aperturado tras la muerte de una mujer durante el reparto de miles de panetones en el estadio “Manuel Gómez Arellano”.
En realidad lo que ha hecho el procurador es apelar el mandato de comparecencia restringida que ha dictado el magistrado al momento de aperturar instrucción contra César Álvarez, contra el gerente de la Sub Región Pacifico Luis Arroyo Rojas y otros cuatro militantes del movimiento “Cuenta Conmigo”, pues considera que la orden restrictiva no se ajusta a los antecedentes que ha puesto en evidencia el funcionario regional.
Ello quiere decir que el procurador cumple con su función de defender el derecho del Estado en la tramitación del proceso penal, por el contrario, convenir  con una situación que considera que no está arreglada a la ley constituiría una omisión a sus funciones e inclusive, estaría expuesto a una denuncia penal.
Ello quiere decir que no tiene nada que ver la naturaleza del nombramiento del Procurador con el recurso de apelación que ha presentado ante el Juzgado, el hecho que forme parte del Ministerio de Justicia no quiere decir que tenga que ensañarse con una determinada autoridad, pues lo que se juzga no son caprichos o inventos del Procurador sino conductas dolosas y delictivas en las que ha incurrido el Presidente Regional y ellas son materia de un juzgamiento ante el Poder Judicial.
La actitud del Presidente Regional de Ancash nos traslada a otro escenario similar que nos deja el folklore político del país, como aquella posición necia enarbolada por el líder del partido Nacionalista y ex candidato presidencial Ollanta Humala Tasso, quien fue denunciado por el  Ministerio Público tras conocerse a través de informes periodísticos que había incurrido en actos violatorios de los derechos humanos cuando se desempeñó como oficial del ejército, y, ello fue motivo suficiente para que alegue que existe una persecución política del Gobierno.
Lamentablemente, quienes de alguna manera llegan a ostentar poder se creen intocables, asumen que sus actos no pueden ser materia de cuestionamientos y menos aun de juzgamiento, siempre argumentarán que son victimas de una persecución cuando una investigación en el nivel que se encuentre, sea administrativa, policial o judicial, lo que busca es establecer la verdad de una acusación.
De allí que la apelación que ha formulado el Procurador en el caso de los panetones solo responde al estricto cumplimiento de sus funciones y está respaldado por fundamentos sólidos y coherentes, como que existen los supuestos que la ley señala como causa suficiente para ordenar una detención.
En este sentido, el Procurador ha señalado que existen los medios probatorios suficientes de los delitos que se han denunciado y son materia del juzgamiento, se conoce que la sanción  establecida para estos delitos es superior a un año de pena privativa de libertad y existen motivos suficientes para presumir que el procesado pueda perturbar la acción de la justicia.
Ello quiere decir que no basta que el procesado tenga domicilio y trabajo conocido para que se extinga la probabilidad de fuga, se requiere también que se acredite su plena disposición a la justicia y eso es, precisamente, lo que no ha demostrado el presidente regional a lo largo de las pesquisas que se han realizado en torno a este caso.
En el Atestado Policial y en los archivos periodísticos constan las reiteradas inasistencias del titular de la Región a las citaciones de la Fiscalía para que comparezca a rendir su manifestación, emplazamientos que se hicieron hasta en tres oportunidades y frente a los cuales el titular de la región salía siempre con diversas excusas para eludirlas.
Los periodistas no podrán olvidar que, justamente, en una de esas citaciones se presentó la también procesada Deysi Fiestas Miñano con un escrito para excusar la inasistencia del Presidente Regional y por el solo hecho de cubrir esa información dos reporteros de medios escritos fueron cobardemente atacados por la horda de maleantes que suele acompañar a los funcionarios de la actual administración regional.
Inclusive, los medios dieron a conocer las declaraciones de la Fiscal Angélica Bayes dando por concluida la investigación ante la indiferencia del Presidente Regional para presentarse a declarar, sin embargo, posteriormente se conoció que el emplazado se presentó aparentemente respaldado por ciertos pedidos influyentes ante la magistrada para que finalmente reciba su manifestación.
La impugnación que ha presentado el Procurador responde a esa necesidad de hacer respetar la investidura de la autoridad, de sancionar a quienes no respetan el marco legal, se muestran reacios a responder los interrogatorios y hasta fomentan actos de presión hacia los magistrados a través de terceros.
Esto es lo que ha advertido el procurador cuando el Presidente Regional llevó a una portátil para presionar e insultar a la Fiscal responsable de la investigación, una muchedumbre ante la cual improvisó un mitin callejero con pretensiones que no solo no responden a la conducta ecuánime de una autoridad, sino que solo tratan de perturbar la buena marcha de la administración de justicia.
El pedido de detención que ha formulado el Procurador tiene por finalidad que la Sala Penal evalué estos criterios, no es una vindicta política ni nada por el estilo, es solo una petición justificada y procedente que todos esperan que la justicia lo meritúe con acierto.

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