Fuente: Correo Lima.
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miércoles, 7 de enero de 2009
El doctor robot Da Vinci
El doctor robot
La operación perfecta es aquella en la que el médico no tiembla, no respira ni le late el corazón. Sólo corta con la exactitud esperada sin riesgo a fallar.
Pero somos humanos, y por tanto no infalibles. Pero desde hace un tiempo son varios los hospitales del extranjero que cuentan con una ayuda
incondicional, un robot con nombre de genio, Da Vinci, que cumple su cometido: operar a la perfección. En el South Miami, los doctores le confían sus cirugías más complicadas, como la extracción de tumores en la cabeza y pecho, histerectomías y operaciones de próstata a los brazos metálicos.
Las operaciones pueden ser traumáticas. Para muestra, un botón: en las cirugías tradicionales, para remover tumores del pecho, se debe realizar una incisión de 30 centímetros de largo, cortar piel y tejidos, y separar, romper y mover costillas.
Puede sonar doloroso, pero era la única manera de hacerlo, hasta ahora. "Los cortes más pequeños de la cirugía asistida por un robot reducen el trauma físico, el dolor postoperatorio y otras complicaciones", explica el cirujano Mark Dylewski del Hospital South Miami.
El robot Da Vinci permite a los cirujanos mezclar lo mejor de la cirugía tradicional con las herramientas de la cirugía invasiva mínima, así, los pacientes experimentan menos dolor y pérdida de sangre, el tiempo de estadía en el hospital se reduce considerablemente y la recuperación es mucho más rápida.
OJOS QUE VEN. Una cámara digital sostenida por uno de los cuatro brazos robóticos del asistente ofrece imágenes en alta calidad y en tres dimensiones de los órganos y tejidos internos. Desde una consola, a unos metros, el cirujano observa estas imágenes en una pantalla grande y manipula los controles de los otros tres brazos, aquellos que realizan la operación, mediante botones y palancas.
En el extremo de estos brazos, se colocan las herramientas de cirugía que ingresan al cuerpo a través de pequeñas incisiones del tamaño de una moneda (entre seis y cuatro de ellas).
"El robot es una herramienta más para los cirujanos, otro escalpelo", asegura el urólogo Avelino Piñón, del Hospital Miami South, que utiliza a Da Vinci para sus operaciones de próstata. La tecnología del robot permite que éste imite la flexibilidad de la muñeca del cirujano, así reduce el riesgo de lastimar nervios importantes para las funciones sexuales.
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