Fuente: La Republica Suplemento "Domingo"
Con una inversión de 45 millones de dólares el Grupo Interbank le cambiará la cara al Centro Cívico. El complejo de edificios que estuvo olvidado por muchos años se transformará en un moderno centro comercial.
Por Jorge Loayza
Fotos: Rocío Orellana
El Centro Cívico, el edificio más alto de Lima que durante muchos años estuvo abandonado y cuya torre de más de treinta pisos fue el paraíso de los suicidas de la capital, dejará ese tono gris y la soledad de su inmensa mole de cemento para tomar nueva vida, al convertirse en el centro comercial más transitado del país: 100 mil visitas por día.
Convencer a los inversionistas privados de que el Centro Cívico podía cambiar de rostro no fue tarea fácil. El primer concurso de adjudicación de la buena pro para la concesión se realizó en octubre del 2005, pero se tuvo que suspender ante la falta de postores, similar situación se dio durante cuatro veces entre 2006 y 2007.
El problema era que los inversionistas consideraban que el Centro de Lima no era un lugar atractivo para desarrollar un proyecto de centro comercial. Finalmente, en agosto del 2007,
El factor que influyó para que Interbank se animara a participar fue que gran parte del público que concentrará
Este centro comercial nacerá con público propio.
Rafael Dasso, gerente general de Real Plaza, empresa de Interbank encargada de la realización del proyecto, señala que la demora en la entrega de la concesión del Centro Cívico pudo haberse debido a una falta de visión empresarial. “Uno ve el proyecto ahora y es atractivo, varias empresas muestran gran interés en poner sus tiendas en eses lugar”, manifiesta.
¿Cívico o comercial?
La pregunta que se deben hacer todos los limeños que a diario transitan por la cuadra trece de la avenida Garcilaso de
Más de treinta años después, el Grupo Interbank hará realidad el sueño de los arquitectos que concibieron el edificio más alto de Lima. De los 120 mil metros cuadrados totales de área disponible, son 45 mil metros cuadrados los que se han concesionado. La torre principal seguirá bajo dominio de
El interés del concesionario por iniciar lo más pronto las actividades comerciales en el lugar es grande. Hace un mes se empezó con la titánica tarea de demolición de las estructuras donde se ubicaban el salón de congresos y el auditorio principal, que estaban sobre un terreno de
La otra gran tienda que se levantará será un supermercado Plaza Vea, en la esquina formada por las avenidas Garcilaso de
Por ese volumen de público, el interés de Real Plaza es satisfacer todas las necesidades de los concurrentes. De los dos edificios de cinco pisos en forma de “L” que rodean a la torre principal, el concesionario solo podrá contar con los tres primeros pisos, los dos restantes seguirán ocupados por
Un corredor de cien metros de largo que cruza el Centro Cívico conectará la salida de
El próximo 15 de enero, el Grupo Interbank presentará el proyecto a las empresas interesadas en tener un espacio. Rafael Dasso tiene una frase para vender su proyecto: “Sé parte del cambio más importante que se va a producir en la ciudad”.
La torre más alta
El Centro Cívico fue fruto de un concurso arquitectónico en los años sesenta. El equipo ganador estuvo conformado por reconocidos arquitectos como Adolfo Córdova, Jacques Crousse, José García Bryce, Miguel Llona, entre otros.
En el lugar se encontraba
El edificio se convirtió en un importante eje de la actividad capitalina, tenía la torre más alta de Lima. Sin embargo, el 5 de febrero de 1975, en el marco de la histórica huelga policial, ocurrieron saqueos a instituciones públicas y locales comerciales; ese día una turba incendió también parte del Centro Cívico –la sala de congresos resultó la más dañada–. Así, el edificio se volvió poco atractivo para desarrollar actividades comerciales y gran parte de los 33 pisos de su torre principal lució abandonada. En los años ochenta y noventa, fue un lugar recurrente para los suicidas.
“No todo debe ser comercio”
Para el urbanista y ex regidor de la municipalidad de Lima, Jorge Ruiz de Somocurcio, la transformación del Centro Cívico en un centro comercial significará la pérdida de un espacio cívico para volverse meramente comercial. “Lo atractivo de la zona es que por el lugar pasarán cien mil personas al día, y los grandes comercios quieren atraer a ese público antes de que se vayan a comprar a los conos”.
“Lo lamentable es que el Centro de Lima se está transformando en un gran mercado persa, y así pierde un espacio público importante. Si el municipio de Lima ya hubiese recuperado el Teatro Municipal, podría haberse generado un circuito importante con librerías, cafés y restaurantes”.
Somocurcio dice que quien debe tomar la batuta para un relanzamiento del centro debe ser la municipalidad de Lima con inversión pública y no esperar a los inversionistas de centros comerciales. “Hay un plan maestro para el centro histórico que contempla residencia y cultura. Eso orientará hacia dónde se desea llevar la inversión privada”, señala.
Fuente: La Republica Suplemento "Domingo"
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