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jueves, 4 de septiembre de 2008

El Sagrario San Sebastián.

Amigo Carlos.
En la noche del domingo 25, cuando nos aprestábamos alistar nuestras cosas para el lunes, Brenda, mi hija de 11, me pidió ir a la misa, accedí y salimos.

Grande fue nuestra sorpresa, cuando al llegar a la avenida Luzuriaga vimos en la plaza de armas una reunión tumultuosa y nos acercamos. Al fondo dentro de la multitud el obispo en compañía de sacerdotes. Era el Corpus Christi. Me pregunté: En la noche?

Mi sorpresa aumentó cuando observé las alfombras florales y a los costados las escoltas de diferentes colegios debidamente uniformados. Todos entonando canciones religiosas al unísono y con mucho ahínco.

Pero lo más emocionante fue ver a huaracinos netos, ahora ya de avanzada edad, quienes entonaban fervorosamente y con entusiasmo contagiante, canticos antiguos y propios del evento del Corpus Christi, lo que motivó a que nos uniéramos cantando algunos versos ya olvidados por mí. Fue emocionante.

Ver, por ejemplo, a José Antonio Salazar Mejía, hoy Jefe del INC, agarrar una de las varas del palio, caminando pausadamente y con veneración. Que fervor.
Señoras, que me parece haberlas visto después de tantos años atrás. Todos entonando las canciones a viva voz.

Ello aunado a la plaza de armas que ha recobrado algunas características antiguas. Tal parece que es la plaza de armas que invita a reencontrarnos en su entorno. A caminar sobre su calzada, al lado de la pileta, a cobijarnos en la añoranza de lo pasado. A recordar lo andado.

Como antes. Cuando la plaza era como nuestro jardín grande exterior y corríamos cazando mariposas o escapándonos del cuidador de la verja. O cuando nos sentábamos para alquilar las revistas de momento. Toby, Superman, Batman, Condorito. Y como no. En Corpus Chirsti¡ con la antigua catedral de piedra.

Qué tiempos aquellos. Pero hoy, en el 2008. Parece irreal. Sólo que era de noche. Por qué será?

En fin, todos cantando ingresamos a lo que ahora es el Sagrario San Sebastián, llenándolo inmediatamente, fue emocionante allí adentro, nunca lo había visto así repleto. Recibimos la bendición, salimos y tuvimos el agrado de volver a caminar sobre el empedrado de la plaza de armas. !Como antes¡.

Saludos

EDMUNDO NATIVIDAD CERNA
GERENTE GENERAL
CORPORACION "SHECTA"

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